lunes, 9 de noviembre de 2009

Otros Montajes



Todos los montajes de "La teatral de Arniches": "El Deleitoso", "¡Campeón!" y "Modestamente Yo", son el producto del trabajo en equipo de actores, directores escénicos, músicos, escritores, artistas plásticos, diseñadores gráficos y de moda... Aristóteles  y Lee Strasberg parecen coincidir en que el teatro es un arte global y por eso creemos que hay que juntar muchas voluntades para mover cualquier montaje, por muy modesto que éste sea.



El Deleitoso 

Los "pasos" de Lope de Rueda contenidos en "El Deleitoso", que, como es sabido publicó Juan de Timoneda en 1567, dos años después de la muerte del autor sevillano, son obritas muy cortas que se solían intercalar en la representación de una comedia.

En consecuencia es una pequeña herejía histórica desgajarlos y realizar una presentación autónoma de ellos. Sin embargo no es la primera vez que se lleva a cabo este trabajo por varias razones que nos parecen de suficiente peso para justificar la iniciativa.




¡Campeón!

¡CAMPEÓN! es una obra en clave de humor ácido, que reconoce su deuda con el teatro absurdo de Ionesco y con el sainete de Arniches.

El matrimonio Cuclillo ha invitado a Rodión y Piluca a pasar un día en su chaletito del campo. Ambos matrimonios tienen sus respectivos vástagos. Los invitados traen consigo a su hija, una perfecta calamidad, un ser abominable. ¡Cuán distinta al chico de los Cuclillo, un auténtico CAMPEÓN! Y lo es gracias al estímulo paterno, que no ha reparado en gastos y esfuerzos para hacer de él un triunfador, aún a precio de machacarlo vivo.



Modestamente Yo

Bellos recuerdos de exóticos viajes, testimonios varios del éxito y la fama, huellas imborrables de amantes apasionados, linajudos y hasta higiénicos se sucederán a lo largo de hora y media de espectáculo. Oiremos a LA ARTISTA emplear sus excepcionales recursos de voz e interpretación. 


Se trata, en suma, de un espectáculo lírico y notoriamente bienintencionado en el que, si se le mete el dedo en el ojo a alguien, eso sucede porque ese alguien pasaría por allí y no se habría apartado a tiempo.